¿Hacia
dónde vuela Pluna?
Dr.Jorge Larrañaga |
La semana pasada
realizamos una denuncia ante la sede de Crimen Organizado que involucra
a PLUNA cuya gestión es seguida de cerca por el senador Carlos Moreira
desde el año 2007, año en el que se eligió a Leadgate como socio de
PLUNA y que en su oportunidad fue causa de una gran polémica.
En el llamado a Comisión General del Senado se agregaron nuevos
elementos a un negocio que creemos muy perjudicial para el Estado,
socio minoritario (25%) de la compañía.
Cuando se suscribió el Contrato de suscripción de acciones de PLUNA S.A.
existió el compromiso de efectuar una importante inversión por parte de
los nuevos accionistas.
Con el correr del tiempo fuimos testigos de una larga serie de
incumplimientos respecto del contrato.
El plan de negocios formaba parte del contrato a todos los efectos
legales. En él se preveían vuelos diarios a Madrid y también a Miami con
conexiones, así como un importante desarrollo del negocio de carga
aprovechando la condición de puerto libre del aeropuerto de Carrasco.
La realidad contrasta demasiado con aquel plan de negocios. La carga fue
tercerizada a una empresa chilena cuya facturación no alcanza el millón
de dólares, cuando según el plan de negocios se pretendía facturar 104
millones de dólares para el año 2010.
De mas está aclarar que los vuelos diarios a Madrid se cortaron
abruptamente. De hecho, inicialmente se iban a comprar aviones Embraer
brasileños (cinco de ellos de largo alcance) y finalmente se compararon
siete Bombardier canadienses para vuelos cortos.
El entonces ministro de Economía, Danilo Astori, anunció una inversión
de 177 millones de dólares en efectivo o en garantías por parte del
grupo inversor. Lo único que el grupo inversor aportó fueron 15
millones. Por ello el Estado tuvo que ser la garantía de la compra de
los primeros siete aviones por 178 millones de dólares, además de
aportar otros 60 millones de dólares.
En 2007 para cumplir con el compromiso asumido de dejar a la compañía
con un patrimonio de 1000 millones.
Cuando la venta de la nuda propiedad del Argentino Hotel de Piriápolis
estaba previsto que el destino de esa venta era pagarle al BROU la suma
de 16 millones de dólares para cancelar un préstamo o sustituir la
garantía del mismo.
No se hizo ni lo uno ni lo otro. Con esos fondos se amortizó una deuda
con ANCAP.
La deuda con ANCAP era de 14,5 millones de la que todavía se deben 5,3:
la cual se refinanció pero su primera cuota de 1 millón venció el 28 de
febrero. Quedan aún otros vencimientos en agosto de 2013 y uno en el
2014 y solicitan una nueva refinanciación para llevarlo al año 2015.
Pero resulta que nos enteramos que hay una nueva deuda generada por 18,5
millones producto del pago de combustible con cheques diferidos a 180
días. ¿Qué pasará cuando se acumulen estos adeudos?
¿Existen otras deudas con proveedores comerciales? ¿Aparecerán en el
futuro otras sorpresas tan desagradables como esta?
Se vendieron activos de la compañía: lo primero fue la sucursal de PLUNA
en Buenos Aires por 1,2 millones, el único motor de repuesto de los
Bombardier fue vendido en 4,6 millones y ahora se lo alquilan al
comprador.
El mismo destino llevaron cientos de repuestos de los aviones comprados
con garantía del Estado.
Las dudas sobre cómo PLUNA va a afrontar estos vencimientos tiene
grandes fundamentos. Resulta que tenemos un préstamo con fideicomiso
sobre la recaudación futura por concepto de ventas de tarjetas de
crédito en el Uruguay por 10,2 millones de dólares.
A su vez, hay otro fideicomiso en Argentina por más de 23 millones de
pesos argentinos (seis millones de dólares originalmente) que grava la
venta de pasajes con tarjeta de crédito en la Argentina; y como si fuera
poco empeñar la recaudación futura en dos países se intentó hacer lo
propio con la recaudación en el Brasil mediante una operativa similar
con el Banco Mellon de Nueva York por 30 millones de dólares, cosa que
los directores de PLUNA ente autónomo por fin reaccionaron y no
permitieron.
Se perdieron 90 millones en cinco años, se vendió todo lo que había para
vender y se generó un pasivo extraordinariamente gravoso. ¿Como puede
sobrevivir una empresa soportando esta carga financiera?
Hay otros aspectos del negocio que presentan grandes oscuridades. El
negocio con Aerovip es de lo mas extraño, entre otras cosas porque PLUNA
se competía a sí misma. Una empresa sin frecuencias regulares, sin
aviones, sin actividad comercial, con un concordato en la República
Argentina y un pasivo de 7 millones de dólares.
A esta compañía se le arrendó un avión, al que incluso se lo matriculó y
pintó con los colores de Aerovip y empezó a volar en una frecuencia
perteneciente a PLUNA. Por supuesto que no ha sido posible auditar este
negocio que tiene en principio una perdida de 1,8 millones.
Finalmente, no por que no haya otras irregularidades sino porque tenemos
una limitación de caracteres en esta columna, existe en la contabilidad
de la empresa algo que se ha denominado "personal clave", son 14 o 15
personas que tiene remuneraciones por mas de 2 millones de dólares al
año mientras que los otros 900 empleados de la compañía tienen
retribuciones por 26 millones.
Como el acceso a la información es bastante turbio no sabemos con
precisión la retribución mensual de los directores, pero tenemos
información que dice que rondan los 17.000 dólares mensuales. Además hay
un alto rubro de honorarios y consultorías.
En síntesis, una empresa que pierde dinero todos los años (90 millones
acumulado) pagó en el ejercicio 2009-2010 por concepto de honorarios y
consultorías 3 millones de dólares y 2 millones al "personal clave".
Estos son los principales fundamentos que motivan la denuncia penal que
realizamos los senadores del Partido Nacional la semana pasada ante el
Juzgado de Crimen Organizado.
La situación nos preocupa. Nos preocupa el enorme pasivo de la empresa,
nos preocupa la dificultad de acceder a la información y nos preocupan
los 900 trabajadores que encuentran en ella su fuente de trabajo para la
diaria subsistencia. Pablo Abdala
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