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Senador Jorge Larrañaga

Dr. Jorge Larrañaga

 19/4/13 - Nº 133

 

 

 

Alternativa Montevideo,

es tiempo de cambiar

 

 

 

 El Frente está gobernando muy mal a Montevideo. Nuestra obligación como referente político es ofrecerle a la gente una alternativa posible para el cambio.

Todos saben que este camino no es fácil de recorrer, pero reconocemos que no hay otra solución.

Todos los partidos se desgastan gobernando. El proyecto del FA  está notoriamente agotado.La Oposición, en cambio, tiene ideas, ganas, gente preparada para gobernar la capital de la República.

La ineficacia e impericia en la gestión frentista, exige, a los ciudadanos con responsabilidades que adoptemos decisiones y definiciones. No hubo en la ciudad inversiones de infraestructura que mejoraran la calidad de vida que en ella se lleva. La que han hecho, el corredor Garzón, resulta que ahora no continuarán el resto del proyecto en los demás corredores como el de General Flores porque lo han hecho mal.

Resulta que para reconstruir el Cilindro Municipal se acuden a recursos de ANTEL y no a los propios haciendo que todos los uruguayos paguen por las ineficiencias de la Intendencia de Montevideo.

Esto no da para más. El momento es ahora.

Por encima de las preferencias personales sobre las alternativas para Montevideo, se  impone una actitud de realismo político y cívico, que encare con coraje republicano las demandas de la población.Debemos alzar la voz frente a un modelo erosionado, que antepone, elección tras elección, las apetencias partidistas y sectarias por sobre el interés de los montevideanos y aquellos que sin serlo, por motivos de trabajo, estudio o del centralismo  -que sigue lamentablemente vigente en el país-, encuentran en la capital  el lugar para desarrollar su vida.

Montevideo se ha tornado hostil para sus propios habitantes y en gran parte es responsabilidad del Frente Amplio que no ha sabido administrar y peor aún, no le ha importado mejorar. Los últimos 25 años, como fenómeno de jactancia de poder y a la vez de irresponsabilidad frente a los montevideanos, el FA ha hecho de la Capital una moneda de cambio, una pertenencia sujeta a transacción en la interna de "la fuerza política", descontando el voto frentista, y ello supone un menoscabo que nos hacen a los ciudadanos en general.

Por eso entiendo necesario, explorar la alternativa de una unión ciudadana por Montevideo, una coalición cívica que desafíe el statu quo que representa el Frente Amplio. Sacudir la comodidad de los apoltronados y lujosos tronos desde los que nos gobiernan, despertando la conciencia de los ciudadanos interesados en su ciudad, para que no siga siendo, inhóspita, costosa, sucia y descuidada.

No hay aquí herencia que no sea de la propia fuerza política que gobierna desde 1990. El Frente pretende hacer de los montevideanos, vecinos cautivos de un proyecto que se ha vaciado de contenido.

Por esto estamos dispuestos a elaborar una alternativa viable, posible y real para tener un mejor gobierno. Lo hemos conversado con los dirigentes y vecinos de Montevideo, analizando además experiencias exitosas en otros departamentos del país.

No es la decisión más fácil. Tampoco es una definición que me haga claudicar de convicciones y principios que hacen a la identidad de mi Partido Nacional. No tengo una trayectoria de dobleces, tampoco de reducirme a simplismos guarecidos en el confort de dejar que las cosas pasen. Siempre me la juego por lo que creo es mejor para mis compatriotas. El Frente Amplio me ha convencido de la imperiosa necesidad de cambiar.

Esta es la respuesta que se me ocurre a las demandas de ciudadanos blancos y no blancos que merecen una ciudad mejor, que tienen el derecho a ser representados. Es además una decisión resultado de un análisis meditado, responsable y sereno. No en contra de nadie sino a favor de todos.

No puedo permanecer en una posición de refugio dogmático cuando hay una alerta ciudadana que clama ser escuchada y el Frente eligió ser sordo. Por eso, he variado de posición y no tengo reparos en reconocerlo. Quiero ser constructor de caminos y no destruirlos.

Será cuestión de analizar junto a los ciudadanos decididos al cambio en Montevideo, las vías más apropiadas para instrumentar un mecanismo que optimice las oportunidades electorales de quienes queremos recuperar esta Ciudad para todos.

Blancos, colorados, independientes, cívicos, frentistas desencantados, ciudadanos sin partido, juntos en búsqueda de una Alternativa para Montevideo.   Jorge Larrañaga

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