“El país tiene la desgracia
de ser gobernado
por tupamaros y comunistas”
Preocupados por la “desconstrucción” de la sociedad, que se viene dando desde
los dos últimos gobiernos, con el respaldo del Poder Legislativo, por la vía de
sancionar leyes, que están en sintonía opuesta a la de la modalidad natural,
residente en nuestras costumbres y valores, conversamos con el doctor, Abogado y
Constitucionalista, Gonzalo Aguirre Ramírez .El planteo efectuado, se centró en
la pregunta sobre si la Constitución, estaba posibilitando la aprobación de
tales temas, y -en ese caso- si es que se podía reformar la Carta –y
cómo-,apuntando a dificultar el alcance de mayorías, siempre que estuvieran en
juego las líneas éticas y morales enraizadas en el país.
Por Raquel Trobo
Estamos viviendo una circunstancia especialísima, que
permite que un solo partido político, venga imprimiendo su sello a la sociedad
toda, en lo que refiere a la idiosincrasia nacional, a partir de conseguir el
número de votos en el Parlamento. ¿Es éste un asunto de índole constitucional?
Considero, no obstante mi vocación por el derecho constitucional, mis estudios
sobre esta disciplina jurídica y mis conocimientos y experiencia en general como
jurista, que este no es un problema de orden jurídico; no es un problema de
cumplimiento o incumplimiento de la Constitución -que sin embargo lo hay en
muchos y muy importantes aspectos- sino que el eje del problema, de la cuestión,
pasa por otras coordenadas.
Este, ante todo,
es un tema de educación. No de mala educación, sino de falta de educación, que
se refleja naturalmente en los educandos, en forma cada vez más dramática y
acelerada, pero que también se manifiesta en los que educan, porque ellos
mismos, dada su edad, han perdido y no practican en su vida personal -no voy a
decir que todos, pero muchos de ellos- el ejemplo que le tendrían que dar a sus
alumnos, sean de primaria, secundaria o de la educación terciaria.
Es decir, como lo ha denunciado reiteradamente la profesora Graciela Bianchi,
los docentes no se hacen respetar; no saben respetar el principio de autoridad;
como ha dicho muchas veces el ex presidente Lacalle, “autoridad que no se ejerce
es autoridad que se pierde”. Y bueno, un docente que concurre a clase ostentando
desprolijidad, despeinado, con una trenza que le pasa por arriba del cuello, y
nunca se lo ve con aspecto algo formal, ejemplar, que se deja tutear por los
alumnos, ¿qué educación le da a esos muchachos?
Aunque también ocurre en los hogares, que no marcan
límites a los niños.
Sí,
claro, el problema es de carácter más general. Un chico de 12 años tiene padres
de 40 o de 45. Esos padres tampoco saben hacerse respetar, a veces ni quieren
hacerse respetar.
Es cierto que eso
también cuenta con causas que excede los límites de nuestro territorio. Los
chicos ven la TV argentina, las telenovelas brasileras, y también pueden ver
pornografía libre; sexo libre y explícito, a cualquier hora. Los padres no
pueden estar hasta las 3 de la mañana vigilándolos.
Por lo demás, las
computadoras, que son un avance tecnológico indiscutible, que pueden hacer
progresar mucho el conocimiento, son utilizadas por menores fundamentalmente,
sólo para divertirse. Y con esos juegos que le llaman el PlayStation, se
entretienen de tal modo, que pierden la noción del tiempo, lo que lleva a que el
niño o el adolescente, en lugar de estar despierto a la hora que debe ir a
clase, está semidormido.
Desde las autoridades de la enseñanza, tampoco baja ningún
lineamiento.
A eso vamos. En definitiva, en mi opinión, si bien ocurre en otros países, aquí
se ve magnificado por la desgracia que ha pasado al nuestro, de estar gobernado,
no ya por el Frente Amplio, sino por los Tupamaros y por el Partido Comunista,
que son los que mandan dentro del Frente Amplio. Gente que no solo tiene una
trayectoria antidemocrática, sino que no cree en la democracia, y sigue sin
creer, al punto de que nunca han reconocido haberse equivocado. En lugar de
elegir el camino de las urnas, después de su fracaso del año 62 con la Unión
Popular de Erro, a la que acompañaron los militantes socialistas más veteranos
del movimiento, como Sendic y algunos otros, supongo que Marenales, Manera
LLuveras y creo que también Mujica, que militaba junto a Erro.
En realidad, ellos utilizan a la democracia; al punto que cuando ya estaban
incorporados al Frente Amplio, organizaron el célebre episodio del hospital
Filtro, donde involucraron a Seregni y a Tabaré Vázquez, (allí presentes), con
el cuento mentiroso de que, los etarras, a quienes la Justicia uruguaya les
había dado la extradición, eran poco menos que inocentes ángeles, que estaban al
borde de la muerte por haber hecho una huelga de hambre; pero cuando
desembarcaron en España, en el aeropuerto de Barajas, se bajaron del avión
fresquitos como una lechuga. Todo era una gran mentira, una farsa.
Se dirige al servicio exclusivo de una ideología.
Sí, es pues en ese entorno, que está funcionando el país. Se realizan las
sesiones parlamentarias, pero allí no prevalece el criterio de la mayoría;
prevalece la orden que viene de la casa de gobierno y del comité central del
Partido Comunista.
Es decir, el que
no vota con ellos, como siempre ocurre en los movimientos de izquierda, es
sindicado como un aliado de la derecha.
A veces dicen “no
estoy de acuerdo, no estoy de acuerdo”, pero llega el momento y funciona el
sistema de la mano de yeso. Todas las manos se levantan y como tienen mayoría en
las dos cámaras, se aprueba cualquier ley por más disparatada que sea, o por más
cuestionada que esté en el seno de la sociedad.
La ley que legalizó el aborto, era un valor que exigía un debate profundo en la
sociedad, a todos los niveles, porque implica un problema de conciencia, que
pasa por encima de las divisas partidarias y de todos los sectores.
Así como en otros asuntos, como en los impuestos al agro, que nos encontramos
con el desprecio al poder judicial.
Véase que el
señor senador Agazzi dijo oportunamente: “Nos declararon inconstitucional el
ICIR; no importa, ahora tenemos este otro impuesto”, que es el mismo perro con
diferente collar. ¿Qué significa? Confesar que el impuesto es el mismo, persigue
la misma finalidad, grava a los mismos contribuyentes… en realidad grava a
muchos más porque grava a los usufructuarios y grava a los arrendatarios, que no
estaban gravados por el ICIR. Es mucho peor que el ICIR, pero la finalidad es la
misma.
Las
inconstitucionalidades afloran por todos lados, como en la delegación
legislativa de la aplicación de la partida del impuesto, que es el elemento
esencial en todo impuesto.
Si yo gravo la
transferencia de inmuebles, pero si le derivo al Poder Ejecutivo que es el que
me va a decir cuánto tiene que pagar el que venda un inmueble o el que lo
compre, entonces estoy adquiriendo la potestad esencial que es la determinar la
magnitud de la obligación que yo le pongo al contribuyente.
Campea la arbitrariedad…
Precisamente, esa es la situación en la que estamos. Una situación de absoluta
falta de respeto al poder judicial. Se ha dicho que los jueces se creen
omnipotentes y sabelotodo.
Lo dijo un
diputado del MPP, el mismo día que Agazzi dijo esas cosas tan equivocadas, sobre
el nuevo impuesto al patrimonio del cual estaban exonerados los productores
rurales desde la crisis de 2002. Y no es que haya una necesidad de aumentar los
ingresos fiscales; los ingresos aumentan y aumentan continuamente. Entre otras
cosas por el peso del IRPF, que cada vez abarca más gente, y las potestades que
tiene la administración tributaria, para controlar la evasión (o la elusión, que
es una forma elegante de evadir los impuestos), son cada vez mayores.
Además, como las
sanciones son tremebundas, de acuerdo al código tributario, para el que no paga
en un plazo de 5 días posteriores a la exigibilidad del impuesto; luego los
temibles recargos cuya cuantía surge de decretos que son un galimatías y que
solamente los entienden en la DGI, hacen que las deudas crezcan como una bola de
nieve.
Así es que la
gente no paga y lo embargan o tienen que vender sus bienes, o postergar el pago
de otras obligaciones. Por eso ocurre que un productor rural deja de arreglar su
maquinaria o no la puede renovar, o no puede pagar sus obligaciones bancarias,
que había contraído precisamente para comprar una cosechadora nueva o para
empraderar otra parte de su inmueble.
Por todo ello, es malo jurídicamente, es malo económicamente, es malo
ideológicamente. Pero ellos insisten y son los que mandan dentro de nuestra
sociedad.
Por estas cosas le doy razón a Lacalle, cuando después de la experiencia, la
última elección sobre todo, en un balotaje que él pierde con MUJICA, no con
Tabaré Vázquez, no con Astori, con MUJICA dice: “Yo no voy a ser más candidato;
yo me he convencido que no entiendo a algo más de la mitad de mis compatriotas;
y ellos no me entienden a mí. Si ya hice la experiencia que son más los
uruguayos que quieren de presidente a Mujica, que los que me quieren a mí, ¿para
qué voy a insistir?”.
¿Cuándo diría usted que empezó a darse esta situación?
Esto es el resultado de un proceso que viene de hace 25, 30 años de deterioro
total del sistema educativo, agravado por esos problemas de la desintegración de
la familia, que no es casual.
Pero además hay
un propósito de destruir a la familia, esto no es casual. Se quiere equiparar un
matrimonio que no es tal, porque no se puede procrear hijos, entre dos hombres o
dos mujeres.
Véase que hay un
propósito de poner de manifiesto, que lo que importa es la parte sexual. Todo el
mundo debe tener libertad de hacer en la vida sexual lo que quiera, pero no
tiene la libertad de destruir una institución milenaria, como es el matrimonio,
lo que además va a contrapelo aquí, del Código Civil y a contrapelo de una norma
constitucional, el artículo 40, que dice que la familia es la base de la
sociedad y que su finalidad es la mejor educación para los hijos, en el seno de
la sociedad.
¿Qué se puede
hacer desde la gente, desde las minorías no contempladas en este caso, para que
no se zarandeen los valores?
Bien, eso es lo importante, porque lo demás, otras decisiones, como que el
estadio no me guste donde está, tiene arreglo. Lo que no tiene arreglo, es tocar
los valores porque nunca más vuelven a serlo por su carácter.
La Constitución en sus lineamientos básicos todavía más o menos se respeta,
donde se celebran las elecciones cada cinco años y todos los cargos públicos
electivos, se proveen por el voto ciudadano.
Si alguien quiere hacer un referéndum contra, con toda razón, como para la
despenalización –o no- del aborto; hacer propaganda por ello… Si el señor
Bordaberry con éxito, ha logrado juntar firmas apoyado por el Herrerismo
juntando la cantidad necesaria, para bajar la edad de imputabilidad de los
menores que delinquen. Con bajar de 18 a 16 no se va a arreglar el problema,
pero es una señal de que estamos hartos de la inseguridad. Y ante todo está el
derecho del 99% de la sociedad a tener un mínimo de seguridad y después, el
derecho de un irresponsable de matar, de atropellar a alguien.
Luego toca votar. Y las votaciones van precedidas de campañas electorales y la
gente tiene que militar. En el PN, en el Colorado, en el Independiente, donde
sea, con quien sea, pero milite, luche, convenza gente.
¿Cómo hará la gente para encarar otras elecciones, con
esta experiencia de gobiernos frenteamplistas?
A mí a cada rato me dicen: “Cómo hacemos para que esto se termine”. Trate de
convencer a más gente de que no vote más al FA. Aunque no voten en el sistema
que la Constitución habilita con un lema nuevo, por lo menos que vote en blanco,
que marque su decepción con el gobierno de Mujica, los tupamaros y los
comunistas.
¿Podría ser la democracia directa, como el caso del
aborto?…
La democracia directa ni siquiera en Atenas era tal, porque en realidad los que
podían disponer de la calidad de ciudadanos eran una minoría. La mayoría eran
esclavos.
Nuestra
Constitución tiene algunos elementos de democracia directa. Salvo las leyes
impositivas, casi todas las demás son susceptibles de ser sometidas a
referéndum.
El pueblo en
ejercicio de democracia directa la revoca, no puede ser ley en este país. Lo
mismo la iniciativa popular. Quiero reformar la Constitución, por ejemplo, para
el caso de los menores infractores, como dijimos antes. Eso es un instituto de
democracia directa. Lo demás es indirecto porque mediante el voto se elige a los
gobernantes. Los ministros los elige el presidente de la República.
Vamos a votar a
la gente que tiene formación, valores, que tenga respeto por la religión, que
hay una vida ultraterrena, un Dios. Eso es lo que creen los musulmanes que son
mucho más ortodoxos que los occidentales. Es lo que creen los judíos hace más de
5.000 años. Por algo nuestra civilización se llama judeocristiana.
Pero en Uruguay, la gente ni siquiera es atea, sino agnóstica, lo que significa
ser un militante contra la religión. Sin embargo, la mayoría de nuestras madres,
era de formación católica y por lo menos hacían que sus hijos tuvieran una
instrucción religiosa, si no iban a un colegio católico.
Eso se mantuvo
hasta que los muchachos, no todos, tomaron la decisión de acuerdo a su
conciencia, muy influidos por el racionalismo, en tanto no hay prueba de que
Dios exista.
Pero, por lo
menos, uno suele ver personas que en una situación límite dice “por Dios”. Al
decir eso no está pensando soy católico o mormón. Simplemente es una invocación
que está dentro del mundo de la cultura y de los valores, en que se educó esta
sociedad uruguaya desde que aquí vinieron los españoles.
Las primeras
escuelas eran todas de sacerdotes. Los Franciscanos que educaron a Artigas...
Hasta que vino José Pedro Varela las escuelas eran todas de religiosas.
Hasta que apareció Batlle.
Sí, exactamente, eso fue destronado por Batlle. Laicidad y punto.
La laicidad no es del todo mala en tanto no se practique al revés, como ahora.
Se hace política en las escuelas, se falsea la historia, pretendiendo hacer
creer a los muchachos que los tupamaros son unos románticos héroes que lucharon
contra la dictadura, cuando fueron los culpables de que en el Uruguay viniera
una dictadura, lo que era inconcebible hasta diez años antes.
O haciendo
desaparecer la propia imagen de Artigas, de las monedas circulantes...
Sí, cambiándola por un carpincho o una mulita… Eso ya es una falta de respeto,
pero pasa por buena porque se ha hecho moda.
Si bien es cierto
que es un proceso que usted marca en dos o tres décadas atrás, en estos dos
gobiernos últimos, ha sido mucho más dramático.
Es cierto, no pasamos a la situación de 2013 de la de 1985 en un santiamén, es
progresivo.
Un día se
denunció que un docente estaba haciendo política en un liceo. Se denunció que el
texto de sexto año tiene las imágenes del Che Guevara y Tabaré Vázquez. La
primera vez es un impacto, a la quinta vez uno baja los brazos.
En definitiva no hay nada que hacer, salvo votar cuando hay elecciones; bregar
porque seamos cada vez más quienes lo hagamos.
De la misma forma que yo votaría a Bordaberry en un balotaje con mucho gusto, si
tuviera más votos que el Partido Nacional. Es una persona inteligente,
preparada, un abogado, un hombre de bien, tiene su apellido, pero no tiene las
mismas ideas que el padre.
Por otra parte, el FA no alcanza esta vez la mayoría. Ahora la gente está muy
cansada y el balotaje pienso que habrá de ser favorable para el candidato blanco
o colorado.
Si el candidato es Tabaré Vázquez, aunque agrega un plus, de una presidencia que
-en comparación con la de Mujica- exhibe mejor imagen, es otra categoría de
persona. Pero, en definitiva, creo que va a haber un balotaje en el cual el
candidato blanco o colorado le va a ganar a Tabaré Vázquez.
Luís Alberto Lacalle Pou
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