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Columnistas |
El lunes 19 de agosto comenzó la semana con una buena noticia en materia de seguridad que fue anunciada por el Ministerio del Interior y reflejada en la prensa a través de “fuentes del Ministerio”: la puesta en marcha el lunes 19 de la Unidad de Respuesta Policial de Montevideo. Las cifras iniciales parecen indicar que ya hay buenos resultados. Aunque está prohibido por el Ministerio divulgar estadísticas. Transcribimos la información para luego analizarla. “Este lunes, cerca de 500 policías se sumaron a patrullar las calles de Montevideo. Con este aumento, el Ministerio del Interior triplicó la cantidad de agentes destinados al patrullaje en las calles capitalinas. Hasta el fin de semana pasado había entre 50 y 80 policías por turno en las calles montevideanas. Desde este lunes, hay 220 destinados a patrullar por turno; 30 de ellos son oficiales. Cada comisaría trabaja en tres turnos de ocho horas.” “Según dijeron a El Observador varios comisarios, con la entrada en vigencia de la nueva operativa, desde el lunes cada seccional destinó a las calles entre cinco y 10 policías más por turno que antes se ocupaban de realizar tareas administrativas.” De acuerdo con el Informe sobre Funcionarios que se presenta al Parlamento, al 31 de diciembre de 2012, en el Ministerio del Interior, trabajaban 31.809 personas, de los cuales 30.461 eran funcionarios policiales, 534 lo serán porque son contratados en trámite de presupuestación (designación provisoria, a prueba) y 814 tienen otros vínculos laborales (docentes de la Escuela Nacional de Policía, médicos, etc.) Uruguay tiene unos 31.000 policías y unos 3.350.000 habitantes al decir del fallido Censo de Población del 2011. Un policía cada 108 uruguayos. Y varias rejas por casa. No fue siempre así. En el Censo de Población del Uruguay de 1908 se registraron 1.042.686 habitantes y sólo 981 funcionarios policiales. Un policía cada 1.063 uruguayos. Y había puertas sin llave y ventanas sin rejas. Hoy son tres veces más los habitantes, treinta veces más los policías y un número similar a estos son guardias de seguridad (“policías privados”). Hace sólo veinte años había 2.800 presos, hoy hay 10.800 reclusos. Y quién sabe cuántos más, ricos y pobres, deberían acompañarlos. Los delitos denunciados han aumentado pero no se conoce el número real de ellos porque muchos no se denuncian (hurtos, “pequeñas” rapiñas, etc.). Y porque las estadísticas se ocultan y alguna vez se trampean. De los 31.000 policías, sólo 21.638 integran las 19 Jefaturas Departamentales de Policía, la Policía Caminera, la Policía Técnica y la Guardia Republicana. Los demás no suelen ser policías “ejecutivos” y trabajan en Sanidad Policial, Bomberos, Identificación Civil, Cárceles, Dirección General, etc. En la Jefatura de Policía de Montevideo revistan 7.186 efectivos. Ahora, leamos nuevamente la noticia: “Con este aumento, el Ministerio del Interior triplicó la cantidad de agentes destinados al patrullaje en las calles capitalinas. Hasta el fin de semana pasado había entre 50 y 80 policías por turno en las calles montevideanas. Desde este lunes, hay 220 destinados a patrullar por turno; 30 de ellos son oficiales. Cada comisaría trabaja en tres turnos de ocho horas” Por tanto, en los tres turnos hay asignados 660 policías por día al patrullaje, ¿y los demás 6.526 qué hacen? ¿El patrullaje en las calles es “el 10%” de la actividad policial? Parece ser un poquito poco, sin mengua de la importancia de otras actividades policiales diferentes al patrullaje como, por ejemplo, la investigación o la policía técnica. ¿Era tan difícil triplicar el patrullaje? Con certeza podemos afirmar que esta medida no es la solución pero sí podemos asegurar que - en una primera y urgente etapa - es parte de la solución. Sigamos releyendo la noticia: “…cada seccional destinó a las calles entre cinco y 10 policías más por turno que antes se ocupaban de realizar tareas administrativas” ¿Eran razonables esas tareas administrativas? ¿Era necesario ese destino? Pueden suceder dos cosas: a) las tareas administrativas que se realizaban no eran necesarias o no existían y estos efectivos estaban muy subutilizados; en tal caso había un problema grave de desorganización; b) las tareas administrativas eran necesarias y ahora no se realizan o se están haciendo mal y en pocas semanas los efectivos policiales volverán a los escritorios; en tal caso…nos están engañando y esta nueva Unidad es un cambio de nombre que durará poco como otros servicios efímeros que ya hemos visto. Esperemos que no, que se mantendrá. Lo que sí es seguro es que había policías ejecutivos, entrenados durante seis meses para ser y actuar como policías, armados con un revólver y no para trabajar como administrativos, armados con una birome. Y si me apuntan con esa birome, declararé que, en mi opinión, hay un problema de gestión muy, muy grande en el Ministerio del Interior. Y también de motivación. |
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